Termalismo en Andorra

Actualmente las aguas termales se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos de Andorra, la propuesta lúdica del tercer milenio en turismo de salud. El Principado es un paraje privilegiado para recuperar la vitalidad y la forma física gracias a sus fuentes termales, de dónde emana agua rica en azufre a más de 68 º C.

Dicen que el termalismo es la interrelación armoniosa entre el cuerpo y el agua que tiene como objetivo relajar y recrear los sentidos. En Andorra, cada vez más hoteles y establecimientos privados ponen a disposición del visitante la posibilidad de disfrutar de esta riqueza.

El termalismo
Las aguas termales de Andorra están localizadas fundamentalmente en la parroquia de Escaldes-Engordany. Así, el nombre de Escaldes proviene del tiempo de la romanización, Calidae (lugar dónde emanan las aguas calientes).

Ya en el año 1862, el Hotel Pla de Escaldes-Engordany funcionaba como hotel balneario y Els Banys de Muntanya -una de las entradas del Hotel Carlemany que todavía hoy resta intacta- ofrecía a sus clientes la posibilidad de bañarse. Pero no era tan fácil como en la actualidad. Si alguien quería disfrutar del termalismo en Escaldes debía avisar con unos días de antelación para dar tiempo a que una mula bajara la bañera desde la Massana. Sólo entonces, pagando de 10 a 15 céntimos al día, los turistas tenían derecho a bañarse tranquilamente.

Los centros de termalismo en Andorra



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